El factor de riesgo principal de cálculos renales es no beber suficiente agua. Hay investigaciones que demuestran que el alto consumo de líquidos está relacionado con un menor riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el de vejiga y colorrectal. Incluso el riesgo de muerte por una enfermedad coronaria disminuye con el consumo de agua por eso recomiendan beber 1 vaso de agua antes de acostarse. Además, nuestro cuerpo necesita agua para las funciones de la circulación sanguínea, metabolismo, regulación de la temperatura corporal y eliminación de desechos. Si esta deshidratado, incluso aunque sea levemente, nuestro estado de ánimo y función cognitiva también podrían verse afectados.
Nuestro cuerpo funciona de manera óptima cuando está bien hidratado, mientras que los cambios biológicos negativos ocurren cuando hay una carencia del líquido. Cuando se encuentra deshidratado, el líquido del tejido cerebral disminuye, la sangre se vuelva más espesa y circule más lentamente, lo que podría causar calambres musculares y ocasionar que nuestros riñones se aferren al agua, lo cual disminuiría la producción de orina.
Cuando nuestro cuerpo esta deshidratado, la sed puede manifestarse por medio de signos y síntomas que incluyen: Mal aliento, antojos de azúcar, deterioro atlético, menor estado de alerta y mayor sensación de fatiga, escalofríos, estreñimiento, cefaleas.
Sin embargo, no es tan simple, ya que hay muchos factores que afectan en la cantidad de agua que necesitamos, desde nuestra edad y estado de salud, hasta el clima. En el caso de los bebés y niños, es posible que sea más complicado detectar una deshidratación.